Qué es un ritual de hábitos y cómo te puede ayudar a tener la energía que necesitas

Un ritual de hábitos te ayudará a condicionar tu mente para situarte en el estado de ánimo que necesitas.

¿Cuántas veces se han apoderado de ti las emociones del miedo, la tristeza o la ansiedad por un suceso que no esperabas? Quizás no te ha sonado el despertador, alguien te ha hecho algún comentario con el que te has sentido mal o todos tus planes se han venido abajo por las continuas interrupciones. Cuando algo así ocurre, son muchas las personas que caen en un bucle de pensamientos. Y, en ese momento, se activan emociones que consideramos negativas porque nos paralizan o hacen que perdamos la motivación.

A mí también me ocurría hasta que aprendí a tener control sobre mis pensamientos y, con ello, sobre mis propias emociones.

Pensamientos, emociones y acciones

Si caemos en esta situación con demasiada frecuencia, nuestra mente acabará automatizándolo y nuestros pensamientos tomarán el control. Habremos permitido que se active el piloto automático de nuestra mente y entraremos de lleno en una espiral de ideas que no nos hace ningún bien.

Las emociones son reacciones automáticas que se producen velozmente a raíz de los pensamientos que atraviesan nuestra mente. Y, además, tenemos que tener en cuenta que nuestras acciones están determinadas por las emociones que sentimos. Si siento rabia, me acabaré enfadando con alguien que se encuentre cerca. En cambio, cuando estoy triste, quizás me acurruque en el sofá con una manta o me acueste directamente en la cama.

Esto nos lleva a la siguiente ecuación:

PENSAMIENTO – EMOCIÓN – ACCIÓN

El problema es que, cuando entramos en ese bucle de pensamientos, sentimos que perdemos el control. Una idea enlaza con otra y acaban afectando directamente a nuestro estado de ánimo. Sentimos que hemos perdido la motivación y no tenemos muy claro por qué. O nos invaden los nervios antes de hablar en público. E, incluso, el insomnio antes de irnos a dormir.

Y, por tanto, nuestro comportamiento también se ve afectado. Procrastinamos posponiendo nuestras tareas, nos castigamos sin tiempo de ocio porque no hemos terminado las obligaciones que nos habíamos propuesto, discutimos con otras personas, etcétera.

La buena noticia es que, de la misma forma que te invaden esas emociones negativas, puedes entrenar tu mente para tener control sobre ella. Sí, puedes condicionarla de forma consciente para situarte en el estado de ánimo que necesitas en cada momento. ¿Cómo? Gracias a los rituales de hábitos.

Qué es un ritual de hábitos

Un ritual de hábitos es un conjunto de acciones que encadenamos una detrás de otra y que nos ayudan a conseguir un estado de ánimo concreto. Están compuestos de hábitos que elegimos de forma consciente para lograr el objetivo que perseguimos. Por ejemplo, podemos contar con un ritual matinal que nos llene de energía o uno nocturno que nos funcione para relajarnos.

Los hábitos, al practicarlos con regularidad, se acaban convirtiendo en acciones que tu mente ejecuta en automático. De esta forma, llega un momento en el que ni siquiera tienes que plantearte si te apetece o no hacer ejercicio. ¡Te lo pedirá el cuerpo!

Al crear un ritual de hábitos y vincularlos entre sí, lo que hacemos es condicionar nuestra mente para tener la energía que necesitamos. Al igual que hacía Pavlov con sus perros, a los que estimulaba con una campanita antes de comer, la repetición del ritual provoca que acabemos asociando su práctica a ese estado de ánimo.

Los rituales de hábitos condicionan nuestra mente para ayudarnos a tener la energía que necesitamos mediante la automatización consciente.

Regresando a uno de los ejemplos anteriores: todas las mañanas repito el mismo ritual con una serie de hábitos que practico siempre en el mismo orden y, después de hacerlo, me siento llena de energía. Si un día amanezco más cansada o desmotivada, igualmente pongo en práctica mi ritual y consigo elevar mi energía. Mi mente asocia estos hábitos a un estado de ánimo positivo.

Gracias al ritual de hábitos, puedes conseguir lo que te propongas: tener más energía, ser capaz de relajarte, concentrarte para trabajar o adquirir un mayor aprendizaje.

Tipos de rituales de hábitos

Si es la primera vez que te planteas crear un ritual, tu primer objetivo puede ser tener un ritual de hábitos energizante para cuando te levantes y otro relajante para antes de acostarte. No obstante, debes saber que puedes crear tantos rituales de hábitos como necesites en función de la energía que desees tener en momentos concretos: concentración máxima antes de ponerte a trabajar, calma al impartir un seminario, fluidez al planificar tu semana… Tú decides.

De hecho, podemos afirmar que hay tantos rituales de hábitos como personas, y nombres de éxito como Marie Kondo, Michelle Obama o Isabel Allende son ejemplo de ello. Incluso si practicamos las mismas actividades, un ritual puede diferir de otro. Por ejemplo, dos personas pueden decidir que van a incluir el ejercicio físico dentro de su ritual. Sin embargo, mientras que una sale a correr cada mañana, la otra puede preferir hacer yoga en casa. Del mismo modo, una puede dedicarle 45 minutos a su ritual de la mañana y la otra solo 15 minutos.

Lo importante es que tengas claros tus objetivos y circunstancias. Evita copiar lo que hacen otras personas: inspírate y adáptalo a tus necesidades. Teniendo esto en cuenta, los rituales de hábitos más comunes son:

• Un ritual matinal (o energizante) que te permita llenarte de energía al levantarte.
• Y un ritual nocturno (o relajante) que te te ayude a relajarte para tener un buen sueño.

Otros ejemplos de rituales pueden servirnos para:

• Adquirir un mejor aprendizaje.
• Aumentar nuestra concentración.
• Hablar en público.
• Desconectar del trabajo.
• …

Paso a paso para crear tu ritual de hábitos

Si lo ideal es inspirarte en otras personas pero no copiar sus rituales de hábitos, quizás te preguntes ahora cómo puedes crear tu propio ritual de hábitos paso a paso. Te lo cuento a continuación de forma muy resumida:

Define la intencionalidad de la rutina

El primer paso para crear tu ritual de hábitos es definir la intencionalidad de lo que quieres conseguir, es decir, ¿cuál es el estado mental que buscas crear?

Cuando tenemos claro cuál es el objetivo que deseamos alcanzar, resulta más sencillo elegir cuáles serán los hábitos que nos permitirán dirigirnos hacia esta meta. Si intentamos hacerlo al revés, avanzaremos sin saber muy bien hacia dónde.

Planifica tu ritual de hábitos

El segundo paso para crear tu ritual es planificar exactamente en qué consiste, cuándo la vas a realizar y cuánto tiempo te va a llevar realizarlo.

Como te decía, puedes diseñar un ritual de hábitos para lo que tú necesites y con la duración que precises. Puede ser un ritual de 15 minutos o de dos horas, según el tiempo del que dispongas.

Por otro lado, debes ser tú quien especifique la frecuencia con la que vas a realizar tu ritual. No es lo mismo realizar un ritual de concentración para preparar tu mente antes de trabajar, que tendrá una frecuencia casi diaria, que preparar un ritual para hablar en público, que se dará de forma puntual.

Elige los hábitos de tu ritual

Cuando ya sabes cuál es el estado de ánimo para el cual deseas condicionar tu mente, el siguiente paso es que elijas los hábitos que te llevarán a conseguir ese estado mental.

Por ejemplo, si tu objetivo es llenarte de energía, integrarás hábitos en tu ritual que te proporcionen esta sensación: beber un vaso de agua para hidratar tu cuerpo después del ayuno nocturno, escribir unas páginas matinales, leer o formarte sobre un tema específico que te interesa, hacer ejercicio, meditar, dar un paseo… Las opciones son múltiples.

En cambio, si creas un ritual para hablar en público, tu primer objetivo será calmar los nervios que esta situación puede producirte y, por otra, sentir suficiente energía como para motivar al público que va a escucharte. Ten en cuenta que, si pusieras en práctica el mismo ritual relajante que usamos antes de irnos a dormir, acabarías por provocar el sueño también en tu audiencia y, créeme, ese no es el efecto que estás buscando.

Por lo tanto, tendrás que conocer los efectos específicos de los hábitos que integras en tu ritual, ya que serán los que te ayuden a crear ese condicionamiento mental que estamos buscando.

Repite el ritual de hábitos hasta integrarlo

El éxito de los rituales de hábitos radica en la repetición. Es la forma que tenemos de asociar de forma automática la práctica de estas actividades al estado de ánimo deseado.

Si lo practicas una sola vez, es posible que sientas la energía que buscas gracias al efecto de los hábitos elegidos, pero no estarás fijándolo en tu mente. Por eso, debes repetirlo. Si no lo haces, es posible que otro día no surta el mismo efecto debido a que las circunstancias que te rodeen sean diferentes.

No existe un número determinado de veces que haya que repetirlo para condicionar la mente, ya que depende de factores como la duración, el punto de partida y las condiciones particulares de cada persona. Si creas un ritual para momentos puntuales, ponlo en práctica primero durante algunas semanas hasta que sientas que lo tienes integrado.

¿Ritual de hábitos o rutina?

A lo largo de este artículo, hemos estado hablando de ritual en lugar de rutina. ¿Cuál es la diferencia?

A diferencia de la rutina, el ritual de hábitos tiene el propósito concreto de condicionar nuestra mente para alcanzar el estado de ánimo deseado.

Ambos términos implican la realización de una serie de hábitos que realizamos con cierta frecuencia. Sin embargo, el ritual está cargado de intencionalidad. Además de ayudarte a incorporar varios hábitos a tu rutina, te permite programar tu mente para alcanzar un estado de ánimo u otro.

Un ritual de hábitos tiene como objetivo prepararnos para situarnos en un estado mental concreto.

Los rituales de hábitos han sido claves en mi propio crecimiento personal y profesional. Contar con tu propio ritual puede ayudarte a conseguir los objetivos que persigues y poner tu mente a trabajar en modo automático para conseguirlo.

Espero que estos pasos te ayuden a avanzar hacia tus objetivos. Cuéntame en los comentarios, ¿cuál es el primer ritual de hábitos que te gustaría integrar?