Si llevas meses oyendo hablar acerca del marketing de contenidos, pero todavía lo confundes con otros conceptos de reciente aparición, como branded content o inbound marketing, este post te vendrá muy bien para conocer a qué nos referimos exactamente.
Para saber qué es el marketing de contenidos, os propongo que primero empecemos por descartar aquello que no es:
3 definiciones que no pertenecen al marketing de contenidos
Es frecuente que, al hablar de marketing de contenidos tendamos a confundirlos con otras prácticas pertenecientes al marketing, debido sobre todo al exceso de información que en ocasiones debemos filtrar y asimilar y al ritmo de vida acelerado propio de las agencias y de los profesionales de la comunicación.
¡No pasa nada! Estamos aquí para aclarar estos conceptos y aprender a aplicarlos bien a nuestro día a día:
- No es publicidad, por mucho que ésta pueda constituir un contenido per sé. Con la publicidad, nos dedicamos a promocionar nuestro producto de forma clara y directa; mientras que con los contenidos pretendemos cautivar la atención de nuestros clientes proporcionándoles gratuitamente contenido de interés que consiga que su compromiso con nuestra marca aumente y, en un futuro próximo, se transforme en una compra.
- No es la definición de un producto y, por tanto, no incluye la descripción objetiva de funciones que lo caracterizan ni el pitch de ventas. El marketing de contenidos contribuye, en cambio, a mejorar la percepción de nuestro público objetivo respecto a nuestros productos, llamando su atención a través de los diferentes canales en los que tenemos presencia.
- No es una estrategia, pero sí se integra en ella. Recordemos que las estrategias constituyen el conjunto de acciones que realizamos a lo largo de un período determinado para la consecución de un objetivo previamente definido. Por tanto, la estrategia no puede basarse únicamente en los contenidos, sino que implica otras áreas del marketing online y offline, como la publicidad, la afiliación, la comunicación, etc.
Y 2 ideas que sí le corresponden
Ahora que tenemos claro qué no es el marketing de contenidos, quedémonos con dos definiciones que te ayudarán mucho en tus propuestas a futuros clientes, en el briefing de tus proyectos y, sobre todo, en el diseño de tus estrategias de marketing:
- Sí es una táctica, y como tal forma parte de la estrategia. Dicho de otro modo, forma parte de la caja de herramientas con la que trabajamos día a día para alcanzar los objetivos definidos en nuestro plan de marketing, junto a otras que pueden ir desde la publicidad en medios digitales a la organización de eventos o el patrocinio.
- Sí es la elaboración de contenido de calidad que tiene como objetivo la consecución de una acción rentable por parte del cliente. Ésta es, probablemente, la definición que más me gusta sobre marketing de contenidos, ya que implica la idea de desarrollar productos de calidad (vídeos, libros electrónicos, tutoriales, blogs corporativos…), que ofrecemos gratuitamente a nuestra comunidad con la intención de ganarnos su confianza y aumentar el número de conversiones en el medio plazo.
El marketing de contenidos se integra dentro del conjunto de herramientas del Inbound Marketing, una práctica que aboga por la captación de clientes a través de tácticas que les aporten algún valor. Entre ellas, se encuentran el SEO, las redes sociales y, claro está, los contenidos de calidad.
El Branded Content pertenece también a esta práctica y consiste en la creación de un contenido que se divulga a través de un canal ajeno (a diferencia del marketing de contenidos, que pensamos para nuestros propios canales) con el objetivo de mejorar la percepción sobre nuestro producto sin necesidad de que nuestra marca tenga presencia. El ejemplo más conocido es el de Popeye, una serie de dibujos animados creada por la Cámara de Productores de Espinacas de Estados Unidos.
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